Capitulo 7
-¿Estas
segura que esta bien que te deje aquí?- decía Catalina mientras veía con mala
cara hacia la vereda.
-si, estaré
bien Cat, anda no te preocupes y vete ya, recuerda que aun estas castigada- le
dijo mientras se bajaba del auto.
-ya
mamá- le dijo Cat en tono sarcástico
mientras rodaba los ojos.
-¡no me
conteste señorita!- dijo Aly tratando de imitar de la mejor forma a la señora Martínez.
-tonta- le
contesto por lo bajo.
-ya enserio
mejor te vas Cat, antes que tú madre me regañe a mi también por no haber
cuidado de su preciosa hija-
-sabes que
no lo haría, ella te adora, pero descuida mi pequeña muñeca ya le deje claro
que tú solo eres mía- le dijo guiñándole el ojo.
-ya, ya adiós-
-de ahí te
veo- le decía Cat mientras ponía el vehiculo en marcha.
Alice se
quedo quieta viendo como se alejaba el auto a gran velocidad, ella no se movía,
y no lo hizo hasta que el auto llego a una intersección y no lo vio más, no
sabia que hacer, no tenia un rumbo en especifico al cual dirigirse ni nada
interesante que hacer, pero al parecer a su cuerpo eso no le importo, ya que el
avanzaba sin ningún problema.
*Aun no
entiendo que hacia él ahí, él es demasiado él y eso me saca de quicio, si me
pusiera a pensar en algunas ideas del porque, lo único que se me viene a la
mente era que realmente me estaba siguiendo, pero lo que no entiendo es ¿Qué
ganaba él con hacer eso?, la otra posibilidad era que sea verdad lo que me dijo,
cosa que no se me hacia muy probable. ¡Enserio! ¿Quien se creía que era?,
después de cómo se ha comportado conmigo quiere que le crea que fue pura coincidencia
el que él haya ido al café y que sin querer le halla derramado el café encima,
ni que fuera tan ingenua como para creerle con tanta facilidad. Realmente ahora
que me lo ponía a pensar detenidamente, la idea de que me esta acosando se
vuelve más creíble que la segunda idea, y que pasa si sabe más de lo que me
dijo la ultima vez y que pasa si él es peligroso y por eso sabe más de lo
normal y que pasa si… ¡ya Aly! deja de enredarte sola lo único que vas a
conseguir es volverte completamente paranoica*
Alice se
encontraba tan sumergida en su debate mental, que no se había percatado de que
se había empapado la mayor parte de la ropa, por culpa de la fuerte lluvia que
se había desatado hacia poco tiempo.
-no puede
ser- dijo por lo bajo mientras corría para buscar refugio.
A lo lejos
pudo notar una tienda, que aunque se encontraba cerrada tenia un gran toldo
donde podría aguardar mientras la lluvia se tranquilizaba. Corrió lo más rápido
que pudo y se resguardo debajo del gran toldo, se estrujo el pelo que le estaba
goteando y se subió el cierre de la chaqueta, una vez que acabo de hacer eso,
se quedo viendo como caía la lluvia.
Y de la
nada oyó a alguien que estornudaba, y por puro acto de reflejo dijo.
-salud-
Parpadeo
varias veces y luego giro lentamente la cara para poder ver a la persona que se
hallaba al lado suyo, tuvo que agudizar un poco la vista para poder ver mejor,
ya que la luz de los faroles no eran de mucha ayuda.
Al parecer
era un hombre de gran estatura, aunque algo delgado, no podía a saber
exactamente, y que, estaba usando una capucha con gorro, una chaqueta arriba de
ello y un yoqui.
-gracias-
contesto en una voz suave el hombre, mientras se giraba para ver a la persona
que tenia a un lado.
-¿Aly?-
dijo la voz de forma estupefacta.
-¿disculpa?-
le contesto Alice mientras se rodeaba la cintura con los brazos por el frío que
le había empezado a dar.
-soy yo
Luc-
-¿¡Luc!?
Gracias a Dios que eres tú, por poco y creo que me estaba imaginando cosas.
*¿Cómo es
posible que halla confundido la voz de Luc con la de Alexander? ¡¿En qué mierda
estoy pensando?!*
Mientras
Alice se retaba mentalmente por haber hecho esa comparación con ellos dos, que
no se percato que Luc se estaba acercando a ella.
-Aly ¿estas
bien? ¿No tienes frió?- le decía mientras le retiraba un mechón que se encontraba
pegado en su mejilla.
Ella sentía
como el calor le subía por el rostro, y como la respiración se le entrecortaba
por el contacto de la mano de Luca con su mejilla, tuvo que hacer un gran
esfuerzo para que su voz no le traicionara y le saliera entrecortada.
-no… no
tengo frió- le contesto, pero al parecer su cuerpo no estaba de acuerdo con la
respuesta, ya que de forma casi automática se apretó más la cintura.
Luc al ver
su reacción meneo la cabeza en forma de negación, se saco la chaqueta y se
acerco aun más a ella.
-ven aquí-
Aly no
alcanzo a procesar lo que había dicho, ya que todo pasó demasiado rápido, desde
el hecho de que él le puso su chamarra, hasta el punto de que se coloco detrás
de ella y le rodeo la cintura con sus brazos.
-¿mejor?-
le pregunto con la voz ligeramente ronca cerca de su oreja.
Ella solo
atino a asentir, ya que las palabras no le salían, toda esta situación se le
hacia demasiado extraña, de por si no estaba muy acostumbrada al contacto físico,
y la posición no ayudaba, ya que lo que había hecho era un gesto demasiado
intimo para ella.
-aun te
acuerdas de ese columpio de neumático que te hizo tu abuelo-
-si-
-era muy
divertido balancearse en el, o cuando nos dedicábamos a trepar al gran roble
que se encontraba en la parte trasera de mi casa-
- si, también
me acuerdo cuando competimos por quien lo subía mas rápido y pisaste mal una
rama y te caíste de trasero-
-que
tiempos aquellos- le decía Luc mientras la apretaba un poco más.
Alice ya no
lo escuchaba, en algún momento había perdido el hilo de la conversación y se
quedo recordando algunas de las cosas que habían hecho ellos tres. Aun se
acordaba de una vez que se les ocurrió jugar a las escondidas dentro de la
casa, aun podía escuchar a la mamá de Luc retándolos a los tres por haber
ensuciado la casa con barro. Se habían divertido un montón, los chicos se habían
escondido súper bien y a ella se le hacia difícil encontrarlos, paso bastante
tiempo recorriendo la casa para hallarlos, aunque supo casi de inmediato donde
se estaba ocultando su hermano, no lo quiso atrapar, por alguna razón quería
recorrer un poco más la casa, algo en ella le intrigaba, era como si algunas
puertas la llamaran para que ella las abriera, no sabia el por que pero era
así, aun recordaba una puerta que no pudo abrir, pero lo que no recordaba era
por que no la pudo abrir, algo o alguien la había detenido, después de eso su
memoria le fallaba, solo conseguía fragmentos de algunos hechos, como unas
manos frías que le tocaban la cabeza y una mirada penetrante, todo lo demás era
como neblina en su mente.
-Aly…
¿Aly?, Alice-
Sentía como
Luc le hablaba, pero su voz no le salía, era como si su cuerpo estuviera con
él, pero su mente permaneciera en ese día.
-lo siento,
es que…-
-lo se Aly
lo extrañas, lo entiendo, yo igual lo extraño a veces-
*no él no
entiende, su forma de extrañarlo es muy diferente a la mía, nadie ni siquiera
él abuelo entendió como me sentí cuando él ya no estuvo con migo, y asta ahora
sigue siendo igual, nadie jamás entenderá el dolor que eh y tengo que soportar
en mi corazón*
-mira ya se
detuvo la lluvia-
Alice
levanto la cara y vio donde señalaba Luca, y como él decía la lluvia se había
detenido, y como si eso fueran palabras mágicas, Aly se percato como se
encontraba con Luc una vez más, y se trato de soltar de apoco del agarre de su
cintura.
-bueno…
creo que mejor me voy- le decía algo inquieta.
-m… oh si,
lo siento, se me había olvidado por un momento-
Él la alejo
lentamente, como si le costara alejarse de ella, como si realmente no quisiera
soltarla. Cuando acabo de alejarse y ponerse nuevamente a su lado, él se
acomodo su chamarra y se arreglo el yoqui, en el instante que él se terminaba
de arreglar, ella aprovecho y tomo una gran bocanada de aire, como si todo el
tiempo que estuvieron juntos no hubiese respirado. Una vez que él acabo volteo
su rostro hacia ella y le sonrío, no con una de sus típicas sonrisas, sino con
una de lado, que parecía que la comisura de su labio estuviera en duda.
-chao, te
veo el lunes Luca-
-si lo
mismo digo-
Luc se disponía
a caminar cuando Aly derepente lo detiene.
-¿qué hacías
por estos alrededores?- le pregunto de la nada.
-fui a
visitar a un amigo que vive por aquí cerca- le respondió sin siquiera mirarla.
Ella por
alguna razón no quedaba satisfecha con su respuesta, sentía que le estaba ocultándole
algo, que no confiaba lo suficiente en ella como para contarle.
-bueno… cuídate,
y para la próxima evita tomar los turnos de la tarde en el café- le decía Luc
casi gritando, por la distancia que se encontraba.
-¡Espera!
Yo jamás te dije donde y si trabajaba- le decía bajando el tono cada vez más.
Sintió un
gran escalofrío que le subía por la espalda, agito la cabeza tratando de quitar
cualquier ridícula conclusión que ella pudiera sacar por las palabras que le
había dicho, pero no podía ya que sabia perfectamente que jamás se lo había
dicho.